El hecho de que a José Antonio Rodríguez no fuera ratificado en el cargo de Ministro de Cultura, pese a que en campaña organizó un movimiento de artistas en apoyo a la candidatura de Danilo Medina, tiene que ver mucho con el premio Internacional Pedro Henríquez Ureña que le fue concedido al escritor Mario Vargas Llosa.
No olviden que Vargas Llosa comparó al país con la Alemania nazi por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el derecho a la nacionalidad dominicana y el ministerio de Cultura se destapó otorgándole el más importante galardón cultural del país.
Rodríguez defendió a capa y a espada ese premio que muchos entendieron constituía una afrenta al país, en un momento en que el escritor peruano atacaba a nuestra nación de la peor manera, por el hecho de tratar de poner orden nuestro territorio con la inmigración haitiana.
Ante las críticas que se levantaron, Rodríguez justificó el premio, con argumentaciones tales como “el ministerio de Cultura no está premiando los ataques, está premiando a un escritor que además es el premio Nobel de Literatura”.
Resaltó que Vargas Llosa es un escritor al que nadie puede cuestionar que tiene todos los méritos para ser seleccionado como el ganador del Premio Pedro Henríquez Ureña.
Rodríguez aseguró que el Ministerio de Cultura no está para discutir posiciones políticas y agregó que la posición de Vargas Llosa no fue en contra de República Dominicana, sino en contra de una medida tomada por una institución del país.
No olviden que Vargas Llosa comparó al país con la Alemania nazi por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el derecho a la nacionalidad dominicana y el ministerio de Cultura se destapó otorgándole el más importante galardón cultural del país.
Rodríguez defendió a capa y a espada ese premio que muchos entendieron constituía una afrenta al país, en un momento en que el escritor peruano atacaba a nuestra nación de la peor manera, por el hecho de tratar de poner orden nuestro territorio con la inmigración haitiana.
Ante las críticas que se levantaron, Rodríguez justificó el premio, con argumentaciones tales como “el ministerio de Cultura no está premiando los ataques, está premiando a un escritor que además es el premio Nobel de Literatura”.
Resaltó que Vargas Llosa es un escritor al que nadie puede cuestionar que tiene todos los méritos para ser seleccionado como el ganador del Premio Pedro Henríquez Ureña.
Rodríguez aseguró que el Ministerio de Cultura no está para discutir posiciones políticas y agregó que la posición de Vargas Llosa no fue en contra de República Dominicana, sino en contra de una medida tomada por una institución del país.
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“Ese escritor le está dando el valor a un premio dado por el Estado dominicano, aceptando ese premio, y en sus condiciones de agradecimiento valora al presidente Medina, cuando dice que él se siente altamente honrado de un país que pese a sus críticas es capaz de premiarlo y que habla muy bien de la democracia imperante en este país”, manifestó el funcionario.
Eso lo dijo el ex ministro en el programa El Zol de la Mañana y fue reproducido por Listín Diario el 2 de Febrero.
Lo que no sabía José Antonio era que en palacio se la tenían guardada.
Se pudo ver cuando se produjo el conflicto de la fecha del premio Soberano en el Teatro Nacional que coincidía con la Feria del Libro.
La misma le fue otorgada a Acroarte desde el palacio de gobierno, sin preguntarle a la dirección del Teatro Nacional, y sin tomar en cuenta al Ministerio de Cultura y su Feria del Libro.
Cuando Niní Caffaro se quejó de que no le habían pedido fecha y el ministro de Cultura dijo que el Soberano no podía ser porque coincidía con la Feria del Libro, en Palacio le dijeron a los directivos de Acroarte que no se preocuparan, que el premio iba en la fecha prevista, y que la Feria del Libro se iba a posponer.
Con ello le echaban una vaina al ministro de Cultura.
Nada menos que el influyente funcionario que hizo posible que Rodríguez llegara al cargo, se tornó “virao virao”.
A partir de esa situación lo de José Antonio el 16 de agosto, era la crónica de una remoción no anunciada, pero si esperada.
Le tenían el agua hirviendo desde febrero.
Vargas Llosa lo metió en la fosa…
Y diga si no es verdad, merengue es mucho mejor.
“Ese escritor le está dando el valor a un premio dado por el Estado dominicano, aceptando ese premio, y en sus condiciones de agradecimiento valora al presidente Medina, cuando dice que él se siente altamente honrado de un país que pese a sus críticas es capaz de premiarlo y que habla muy bien de la democracia imperante en este país”, manifestó el funcionario.
Eso lo dijo el ex ministro en el programa El Zol de la Mañana y fue reproducido por Listín Diario el 2 de Febrero.
Lo que no sabía José Antonio era que en palacio se la tenían guardada.
Se pudo ver cuando se produjo el conflicto de la fecha del premio Soberano en el Teatro Nacional que coincidía con la Feria del Libro.
La misma le fue otorgada a Acroarte desde el palacio de gobierno, sin preguntarle a la dirección del Teatro Nacional, y sin tomar en cuenta al Ministerio de Cultura y su Feria del Libro.
Cuando Niní Caffaro se quejó de que no le habían pedido fecha y el ministro de Cultura dijo que el Soberano no podía ser porque coincidía con la Feria del Libro, en Palacio le dijeron a los directivos de Acroarte que no se preocuparan, que el premio iba en la fecha prevista, y que la Feria del Libro se iba a posponer.
Con ello le echaban una vaina al ministro de Cultura.
Nada menos que el influyente funcionario que hizo posible que Rodríguez llegara al cargo, se tornó “virao virao”.
A partir de esa situación lo de José Antonio el 16 de agosto, era la crónica de una remoción no anunciada, pero si esperada.
Le tenían el agua hirviendo desde febrero.
Vargas Llosa lo metió en la fosa…
Y diga si no es verdad, merengue es mucho mejor.